Trastorno de la conducta alimentaria

Cuando hablamos de un Trastorno de la Conducta Alimentaria (TCA) nos referimos a la alteración de los patrones de comportamiento relacionados con la ingesta de alimento. Al igual que ocurre con las adicciones, los TCA están estrechamente ligados a existencia de problemas emocionales, personales, familiares…etc.

Los trastornos de la conducta alimentaria son enfermedades psicosomáticas graves de origen multifactorial con significativa repercusión orgánica. Un elevado porcentaje de casos se inicia en edades tempranas, de forma más común en mujeres entre 15 y 19 años, aunque en los últimos años está aumentando la prevalencia en la edad infantil.

Debido a la desinformación social sobre este trastorno, la población entiende los TCA como una preocupación excesiva por el cuerpo, el peso y los cánones de belleza, pero realmente va mucho más allá de la apariencia física.

Los tipos de TCA existentes son

Realización de dietas muy restrictivas en cuanto a la ingesta calórica, ayunos de larga duración acompañados de ejercicio de alta intensidad para bajar de peso hasta extremos patológicos. Tiene un grado muy alto de interferencia con la vida del paciente, quienes se caracterizan por tener un autocontrol extremo.

En este caso, a las características de la anorexia restrictiva se le suman atracones y purgas mediante vómitos y laxantes.

Estos pacientes se caracterizan por tener atracones de comida en grandes cantidades seguidos por altos sentimientos de culpa eliminados a través de laxantes, vómitos y/o ejercicio físico.

Esta patología se caracteriza por la sucesión de episodios de ingesta compulsiva que se repiten de forma recurrente. Tras ello, los pacientes sienten mucha culpa, pero no se produce ningún tipo de conducta de purga, como las mencionadas anteriormente. La mayoría de los pacientes acaban desarrollando problemas de obesidad debido a la ingesta excesiva sin compensación.

Desde nuestro centro trabajamos con todos los tipos de TCA que existen, abordando el tratamiento desde la gestión emocional, trabajando la ansiedad, baja autoestima, falta de control, impulsividad, y profundizando hasta llegar a la raíz del problema.

En muchas ocasiones, este tipo de patologías encuentran su origen en la adolescencia, ya que se trata de la etapa evolutiva donde nos sentimos más vulnerables, comenzamos a darnos cuenta de quienes somos y a encontrar nuestro sitio en el mundo exterior.  La adolescencia puede desatar preocupación por nuestra imagen corporal, baja autoestima, perfeccionismo, exceso de control, impulsividad, lo cual está directamente relacionado con la posibilidad de desarrollar un TCA.

La insatisfacción corporal resulta ser un factor común en todos los tipos de TCA, ya que se trata de una sintomatología común que exterioriza la heridas e insatisfacciones internas que sufre una persona. Se trata de una búsqueda de control interno a través de lo externo, lo cual conlleva mucho sufrimiento, insatisfacción y malestar. Los pacientes dedican toda su atención a controlar la alimentación, el peso y el aspecto físico, y esto acaba siendo en lo único que piensan, se trata de una cárcel mental que lejos de aliviarlo intensifica su sufrimiento, y desvincula a las personas del resto de áreas importantes de su vida.

Sintomatología de los TCA

  • Control excesivo sobre la alimentación: Restringir, contar calorías, medir las cantidades, hacer dietas extremas etc.
  • Ausencia de control de la ingesta de comida: Comer mucha cantidad de comida en poco tiempo, hacerlo a escondidas.
  • Ir al WC después de cada ingesta.
  • Vómitos sin causa orgánica.
  • Pérdida de peso excesiva y repentina sin causa orgánica.
  • Ejercicio extremo y excesivo.
  • Interferencia con la vida diaria de la persona que padece el TCA: Dejar de asistir a eventos, comidas, y evitar planes.
  • Baja autoestima y estado de ánimo.
  • Autolesiones.
  • Alta autoexigencia.

Los TCA encuentran su origen en diferentes causas: Biológicas, personales, sociales, ambientales etc. Dentro de los factores que influyen en el desarrollo de un TCA, se encuentra la predisposición genética, la baja autoestima, la gestión emocional, las herramientas de enfrentamiento ante diferentes situaciones, la calidad de las relaciones familiares y sociales, la capacidad para poner límites etc.

Los TCA implican un riesgo vital importante, no solo a nivel de salud física si no también mental, ya que los pacientes que los padecen sufren grandes riesgos de quitarse la vida.

En nuestro centro, trabajamos desde una perspectiva psicológica integral e integradora, incluyendo el abordaje familiar en el tratamiento. Además, ponemos a tu disposición servicio de psiquiatría y nutrición para adaptarnos a las necesidades del paciente.

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Si te has sentido identificado y quieres que valoremos tu caso, desde Psicología y nutrición Retiro, estaremos encantados de poder ayudarte, no dudes en ponerte en contacto con nosotros. Estamos aquí para acompañarte en tu camino, por lo que si tienes dudas, desde el centro te las resolveremos. No estás solo en esto, estamos seguros de poder guiarte en este proceso.

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